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Análisis Feminista de María Gámez con Wall Street Wolverine. 4 puntos

María Gámez
El discurso de María Gámez presenta varios puntos problemáticos desde una perspectiva feminista:

Index

    Malinterpretación del Feminismo

    Gámez parece tener una comprensión limitada y distorsionada del feminismo. Reduce el movimiento a una “ola” inicial que buscaba la igualdad ante la ley (sufragio, acceso a la educación) y critica lo que ella llama “post-feminismo” como un movimiento radical que promueve el odio hacia los hombres y busca privilegios para las mujeres. Esta visión ignora la complejidad y diversidad de las corrientes feministas, así como las múltiples formas en que la desigualdad de género se manifiesta en la sociedad actual.

    Falsas Equivalencias

    Gámez establece falsas equivalencias entre hombres y mujeres en términos de derechos y privilegios. Afirma que las mujeres tienen “más de 500 derechos” que solo benefician a las mujeres, sin especificar cuáles son ni proporcionar evidencia. También minimiza los privilegios masculinos existentes, argumentando que los hombres también sufren problemas como el suicidio, la indigencia y los homicidios. Si bien es importante reconocer que los hombres también enfrentan desafíos específicos, esto no invalida la existencia de desigualdades de género sistémicas que perjudican a las mujeres.

    Victimización Masculina

    Gámez promueve una narrativa de victimización masculina, sugiriendo que los hombres están en “libertad condicional” porque las mujeres tienen el poder de arruinarles la vida mediante acusaciones falsas. Si bien es cierto que las acusaciones falsas pueden ocurrir y tener graves consecuencias, este tipo de discurso alimenta el miedo y la desconfianza hacia las mujeres y desvía la atención de los problemas reales de violencia de género que sufren las mujeres.

    Énfasis en la Meritocracia

    Gámez defiende la meritocracia como el único criterio válido para la selección de personal en su trabajo en recursos humanos. Si bien la meritocracia puede ser un ideal deseable, en la práctica puede perpetuar desigualdades existentes si no se tienen en cuenta factores como la discriminación y los prejuicios inconscientes que pueden afectar las oportunidades de las mujeres y otros grupos marginados.

    Internalización de Estereotipos de Género: Gámez critica el feminismo por promover la idea de que las mujeres deben ser “exitosas” en el ámbito laboral y tener sus propios negocios, argumentando que esto las agota y las deja “espiritualmente perdidas”. Este tipo de discurso refuerza los estereotipos de género tradicionales que asocian a las mujeres con el ámbito doméstico y la maternidad, y desvaloriza sus aspiraciones profesionales.

    Desacreditación del Feminismo: Al presentarse a sí misma como una “ex-feminista estafada”, Gámez busca desacreditar el feminismo y convencer a otras mujeres de que el movimiento no les beneficia. Este tipo de discurso es especialmente peligroso porque puede influir en mujeres jóvenes que aún no han formado su propia opinión sobre el feminismo.

    En resumen, el discurso de María Gámez es un ejemplo de cómo el feminismo puede ser malinterpretado y utilizado para promover agendas políticas conservadoras. Su visión simplista y distorsionada del movimiento, su victimización de los hombres y su énfasis en la meritocracia contribuyen a perpetuar desigualdades de género y a deslegitimar la lucha por la igualdad.

    Esto fue lo que dijo María Gámez con Wall Street Wolverine

    Transcripción de la Entrevista con María Gámez

    Hablo con conocimiento de causa porque he sido una mujer que yo me pensaba que era empoderada, no emprendedora. Iba de feminista, y creo que muchas mujeres cuando están en ese punto acaban agotadas. ¿Qué crees que tienen que hacer los hombres para que haya esta reconciliación entre sexos de alguna manera? Porque ahora también estamos viendo como mucha tendencia de este hombre más resentido hacia el feminismo.

    Entonces, yo creo que hay que buscar la igualdad ante la ley, o sea, ni a favor de la mujer ni a favor del hombre. Pero eso hoy en día es un discurso de odio total. Fíjate, ahora lo que tenemos es un post-feminismo, ya los feminismos han acabado. Yo no creo ya que quede nada de feminismo. Hemos llegado a la igualdad y ahora lo que queda son privilegios para la mujer. Con el tema de los niños tenemos verdaderamente un problema: un niño de 12 años no puede hacerse un tatuaje, no puede beber alcohol, todo este tipo de cosas, no puede sacarse el carnet de conducir, pero sí que puede hormonarse, sí que puede cambiarse lo que tiene entre las piernas. O sea, es delicado. Hay una cosa interesante con el tema de las feministas, es que hay una cosa que no se entera: la mayoría de hombres se adaptan a los requerimientos de las mujeres para “meterla en caliente”. Entonces, tenéis literalmente el movimiento feminista lleno de tíos que no piensan como creéis y que os regalan los oídos. He sido una de ellas y me he relacionado con ellas y a mí lo que me han contado es: “Tía, si hoy te encuentras o te sientes que tu cuerpo te pide que te quedes en el sofá, no trabajes aunque tengas así de trabajo para hacer. Tú quédate ahí, el cuerpo te está diciendo que si necesitas quedarte ahí, que te quedes”. Y este tipo de discurso, yo perfectamente te podría decir: “Hola, soy María Gámez y he sido estafada por feministas”, perfectamente.

    Muy buenas familia y bienvenidos un día más a Wall Street Wolverine. Hoy estamos aquí con una señorita que seguramente algunos se sonará porque últimamente yo la veo bastante en bastantes reels diciendo bastantes barrabasadas. ¿Qué tal estás, María?

    Muy bien, muy bien, muy contenta de estar aquí. Muchas gracias por invitarme, Víctor. Y bueno, a ver si lo que decimos aporta y cambia un poco el enfoque de muchas personas, que creo que hace falta mucho trabajo, hay mucho trabajo por hacer y en ello estamos.

    Contexto un poco por cómo te dio por empezar a hacer vídeos, me voy a grabar, voy a hablar de estas cosas con lo polémicas que son.

    Pues es lo que te comentaba antes fuera de cámaras, ¿no?, que hablo con conocimiento de causa porque he sido una mujer que yo me pensaba que era empoderada, no emprendedora, iba de feminista, y al final es cuando más he estado agotada. O sea, pensaba que la vida era tener tu propio negocio, era un éxito de la mujer, y creo que muchas mujeres cuando están en ese punto acaban agotadas y yo lo he sufrido. He sido bastante liberal, he abogado porque las mujeres puedan hacer lo que quieran cuando quieran, y creo que al final eso nos deja espiritualmente perdidas y no nos lleva a nada. No pienso que si tú vas por un lado y tu pareja va por el otro, como te comentaba antes, al final si tenéis caminos separados, tenéis objetivos separados. Entonces, al final eso crea una división. Abogo más porque yo tenga mis objetivos, mi pareja tenga los suyos, pero luego que al final creemos un objetivo conjunto, ¿no? Y me parece eso lo que me parece interesante.

    ¿Qué es lo que te hacía creer antes que te empoderaba, digamos, ese tipo de actitudes?

    Yo creo que era bastante el entorno, y el que antes era muy asiduo a ver estos canales de Telecinco, estos programas, que lo que te meten es eso y me he creído mucho eso, por eso pienso que hay mucha gente que está verdaderamente intoxicada con este contenido que crea la televisión, porque yo estuve intoxicada, pero al salir de ahí, analizar, escuchar otro tipo de contenido, a otras personas, al final pues reflexionas y sacas tu propio contexto, lo analizas y dices “es que no me está cuadrando”. Y precisamente por eso ahí es el punto que por eso empecé yo a crear mi contenido, porque no me estaban cuadrando las cosas, yo no era feliz y dije “aquí no me están cuadrando las cosas, yo no soy feliz haciendo lo que verdaderamente se supone que me tiene que hacer feliz y que me tengo que sentir una persona exitosa” y ahí es cuando empecé, dije “esto que yo estoy estudiando y que yo estoy aprendiendo, quiero compartirlo con el mundo y quiero que muchas mujeres lo escuchen”. Muchas mujeres no están de acuerdo, y todos los días tengo comentarios negativos, pero también todos los días tengo comentarios positivos y me quedo con eso, y sobre todo me quedo con el aportar ese granito de arena más grande, más pequeño, que pueda aportar. Si alguien le resuena algo, le hace reflexionar o le hace cambiar como a mí me hizo para ser todavía más feliz y sentirme más plena, pues bienvenido. Estoy en aportar sin miedo alto y claro, como yo digo.

    Danos un poco de contexto de un poco lo que es tu trayectoria, a qué te has dedicado un poco tu historia para que tengan un poco.

    Pues yo actualmente trabajo en el departamento de recursos humanos de una empresa de telecomunicaciones, soy la responsable de selección y posterior formación de los promotores. Ahí, como podrás imaginar, te viene todo tipo de personas. Yo siempre les contrato, les digo que están seleccionados desde el punto de vista de la meritocracia, que es lo que para mí verdaderamente tiene sentido, dejando de lado todo lo demás.

    La meritocracia es lo que este discurso, el único discurso por el que estamos escuchando, creo que es nulo, ¿no? Y en este sentido, ¿se te ha llegado a imponer, digamos, ciertas directrices que dices, “creo que no son buenas para la empresa a la hora de elegir”?

    No creo que no, pero a veces es como que se siente en el ambiente que… Bueno, yo creo que cada uno sabe la empresa en la que está, los pensamientos que tiene y más o menos la forma de pensar, la visión que tiene la empresa, pero yo de verdad, me he basado única y exclusivamente en la meritocracia.

    ¿Crees que hay vuelta atrás del feminismo en cierto modo, de este feminismo moderno, en el sentido de que hay mujeres que a lo mejor se sumen en este camino, toman una serie de decisiones y a lo mejor puede llegar a un punto en el cual dices “es que soy lo suficientemente ya mayor como para volver hacia atrás”? ¿Crees que puede haber ese riesgo?

    Bueno, para empezar, yo creo que habría que definir hoy en día qué es el feminismo, porque es que tenemos un poco cacao de qué es el feminismo. El feminismo, como sabes, ha tenido varias olas. El feminismo al principio, yo estoy totalmente de acuerdo, buscaba esa igualdad ante la ley, y yo estoy totalmente de acuerdo en poder tener los mismos derechos, el poder ir a votar, que la mujer pueda ir a votar, que podamos ir a la universidad. Yo estoy de acuerdo con eso. Lo que no estoy de acuerdo es al punto en el que nos ha llevado, porque claro, yo me pregunto, ¿tú crees que todo lo que está haciendo el feminismo de hoy ha hecho algo por las mujeres? O sea, por lo que ahora mismo lo que se está haciendo es odiar, odiar al hombre, y las feministas lo que ahora están hablando es sobre todo de que quieren, pues que son inferiores a los hombres, que no tienen los mismos derechos. Pero tú cuando les preguntas qué derechos tienen que no tienen los hombres es cuando se escucha ahí un poco de silencio. Y bueno, para empezar, las mujeres pues tienen más de 500 derechos que solamente benefician a las mujeres y luego pues otra serie de requisitos, ¿no?, que solamente tienen las mujeres, pero es curioso este movimiento del feminismo, ¿no?, porque nos ha llevado a un odio brutal al hombre. Muchas, muchas mujeres feministas no me escriben que parece que hay algún discurso de odio a la mujer y que defiendo demasiado al hombre, pero es que creo que al hombre verdaderamente estamos siendo, muchas mujeres están siendo, me quito de la ecuación, bastante injustas. No creo que esté haciendo nada a favor, si es que al final es el movimiento este feminista está muy en contra de las mujeres. O sea, no nos lleva a nada, no nos lleva a nada. Ahora lo que tenemos es un post-feminismo, ya los feminismos han acabado, yo no creo ya que quede nada de feminismo, hemos llegado a la igualdad y ahora lo que queda son privilegios para la mujer. Ahora el movimiento lo que tenemos es el post-feminismo, que es ese feminismo más radical y eso es lo que estamos viviendo, eso no nos trae nada bueno más que separación del hombre contra la mujer. O sea, no tenemos nada, yo abogo más por unirnos, el hombre y la mujer, abogar porque somos un equipo, no ir a una, no ser esta pues esta tanta diferencia, no sé. A mí en este sentido me parece que hace falta mucho más figuras como la tuya en realidad, porque muchas veces desde la perspectiva de los hombres hacemos como esta batalla cultural, pero las mujeres no empatizan al decir “esto me lo dice un hombre desde su privilegio”, por así decirlo, ¿sabes? Y siento que muchas veces hay muchas mujeres que solo tienen el relato de decir, te pones a hablar con ellas, profundizas, “Vale, ¿qué derecho te falta?” y solo hay un relato que han oído y que repiten como papagayos, pero en la práctica no saben lo que defienden en sí. Ese es el punto, o sea, no sé, de los hombres ¿qué privilegios tienen? ¿Es un privilegio ir a la guerra? ¿Es un privilegio ir al ejército? ¿Es un privilegio estar subidos a ciertas alturas limpiando cristales? ¿O es un privilegio ir a altas horas de la madrugada con el camión de la basura? No sé, por eso le defiendo, ¿no?, porque a día de hoy los hombres en las estadísticas se puede ver que en la tasa de suicidio son los que peor salen parados, igual que en bueno, los indigentes de la calle son en la mayoría de casos hombres y en bueno, homicidios también son en su mayoría hombres. Entonces claro, tú cuando ves esas estadísticas y las feministas que critican mucho todo esto, ¿no?, que los hombres tienen privilegios, entonces ¿qué privilegios tienen los hombres a día de hoy? Es que, o sea, de verdad las feministas hablan sin datos, y eso es muy dado de la izquierda, ¿no? Mientras la izquierda te habla de cuentos, la derecha te habla de cuentas y te saca las estadísticas, te saca todo. Entonces es cuando a partir de ahí ya busquemos una solución, ¿no?, pero lo que no pueden estar contando como decías antes es los cuentos y las mismas frases que te digan todas que no tienen sentido, que luego les haces dos preguntas y se quedan mudas.

    Y además que esto es como digo yo muchas veces, las bondades y también los problemas que genera la testosterona en cierto modo. La testosterona, si está bien direccionada, te puede convertir en una persona exitosa con mucha seguridad y demás, pero también te puede convertir en una persona que acabe en la cárcel, ¿sabes? Es un poco las dos caras de ser hombre. Muchas veces se digamos que solo se visibiliza al hombre que es tremendamente exitoso, que es un 0,01 por, pero no se visibiliza también la otra cara, es decir, también hay muchos hombres que son miserables y son mucho más miserables que la mayoría de la media de mujeres que está más en el, digamos, que en la media. Pero es que es un poco lo que le ocurre con los hombres, los hombres están como dentro de la campana de Gauss, están mucho en los extremos, de tienes a genios, pero tienes absolutos patanes. O sea, te pones a mirar, esto lo hablo yo muchas veces con mi socio, miremos los típicos vídeos de fails o de personajes en internet, todos son hombres, todos absolutamente. ¿Por qué? Es lo que tiene la testosterona, que ojo, las mujeres también tienen testosterona, pero un nivel más bajo. Exacto, sí, es así. O sea, verdaderamente creo que los discursos que se están haciendo ahora no favorecen en nada, yo creo que tenemos que cambiar la narrativa, tenemos que cambiar… Ahí está, porque insisto, ahí están los resultados y los resultados fueran positivos, es que podemos hacer una visión atrás de los años atrás hacia hoy, o sea, y vemos qué ha hecho las manifestaciones feministas, qué ha hecho el movimiento feminista, más que subir los homicidios a las mujeres, subir el odio que tienen las mujeres hacia los hombres, los hombres hacia las mujeres.

    Es que lo entiendo, o sea, entiendo que los hombres tienen el poder de arruinar a… o sea, perdón, al revés, las mujeres tienen el poder de poder arruinar a cualquier mujer, por eso los hombres ahora mismo pues no son tan partícipes del matrimonio, no son tan partícipes de tener un hijo con una mujer, porque es que les puede arruinar la vida. O sea, yo creo que los hombres están todos en libertad condicional, no porque tú no estás en la cárcel porque yo no quiero, mi pareja no está en la cárcel porque yo no quiero y ese es el punto al que hemos llegado. Entonces luego te viene a hablar de privilegio, también creo que muchas veces, yo solo hablado con algunas mujeres, hay muchas mujeres que tienen una visión demasiado inocente de la ley en el sentido de que no entienden que la ley puede ser utilizada para mal, en el sentido de ir que si tú dejas resquicios legales para intenciones perversas va a haber personas que aprovechen eso para intenciones perversas y de ahí el peligro de la narrativa de prefiero a un inocente en la cárcel que que a un culpable en la calle, o sea que es absolutamente al contrario de los preceptos del derecho, eso es una absoluta aberración es de tirano prácticamente. Claro, tienes a supuestas feministas vendiéndote esto que realmente lo que demuestran es una falta de empatía hacia la persona que tienen al lado o hacia los hombres tremenda, porque es como como no te ha tocado cerca digamos de alguna manera no sabes la gravedad de todo esto, pero cuando te toca de cerca decir [ __ ] que conozco a alguien que está en una situación muy complicada porque alguien le ha acusado falsamente y te venden que es no es que es muy poco aunque sea muy poco tú no puedes dejar ese resquicio correcto. Yo conozco a hombres que que sus mujeres le han arruinado y Bueno podemos ver el caso este de amberg no eh amberg eh Pues verdaderamente era ella la que ejercía la violencia era ella quien le le maltrataba sobre todo psicológicamente y y al final pues qué pasó qué pasó con él pues que se quedó sin trabajo eh tuvo que Cancelar muchos contratos o sea era ella entonces yo entiendo que hay mujeres perversas que utilizan como tú bien has dicho pues la justicia toman la justicia por su mano y no la verdad que no lo hacen bien entonces yo creo que que hay que buscar la igualdad ante la ley o sea ni a favor de la mujer ni a favor de…

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